Carlos Ischia recibió la bendición de su padrino Carlos Bianchi y dirigirá a Boca en 2008, después de otro intenso fin de año. Desde 2000, Boca vive en cada diciembre fuertes emociones, como la doble consagración en el Apertura 2000 y en la Intercontinental contra Real Madrid. Bianchi era el entrenador principal y Carlos Ischia su ayudante de campo. En 2001, perdió en Japón contra Bayern Munich, y Bianchi terminó su primer ciclo en el club. Ischia dirigió al equipo en el último partido del año. En 2002, no ganó títulos. Estuvo muy cerca de llevarse el Apertura, pero Pusineri cabeceó y festejó Independiente. Así terminó el interinato de Tabárez y arrancó el segundo virreinato.
En 2003, celebró su segundo triplete de Libertadores, Apertura e Intercontinental. Ya no estaba Ischia y el Toti Veglio ocupaba su lugar en el cuerpo técnico. En 2004, apareció la Copa Sudamericana, como un gran premio consuelo. El año había incluido la salida de Bianchi, tras la final de la Libertadores, y la renuncia de Brindisi en pleno vestuario del Monumental post 0-2 en el superclásico. El Chino Benítez aceptó el desafío y dio la vuelta olímpica en la noche de despedida de Carlitos Tevez.
El final de 2005 le trajo un doblete de Apertura y Sudamericana. La temporada del Xentenario (la 04-05) había resultado un fiasco, y Boca había elegido a Julio Falcioni para poner en caja a un plantel que se había cargado a Brindisi y a Benítez en menos de un año. Antes, Pedro Pompilio había hecho la gestión para que Diego Maradona fuera el vicepresidente del fútbol profesional. En su primera decisión, Maradona vetó a Falcioni por TV y dijo: "si viene, me voy a mi palco. Mi técnico es Basile". Hace dos años y medio, su opinión fue vinculante. Llegó el Coco, que aún no tomaba café con Guillermo Coppola, y el equipo festejó la Navidad con dos títulos.
En 2006, se preparaba para el primer tricampeonato de su historia. En septiembre, Basile había dejado el club con puntaje perfecto para irse a la Selección, y Boca había elegido a Jorge Ribolzi para continuar con el trabajo pendiente. En su última decisión como vicepresidente del fútbol profesional, Maradona vetó al Ruso y votó a Russo. Otra vez su opinión fue vinculante y Ribolzi no siguió. Como Russo tenía contrato vigente con Vélez, los dirigentes le apostaron a La Volpe. Todo parecía controlado, pero el equipo colapsó y celebró el Pincha a mediados de diciembre. Richard renunció y por fin llegó el DT que quería Diego. Pero, en este final de 2007, Russo ya no está, y pasado mañana Carlos Ischia firmará su vínculo como nuevo entrenador.
Será la tercera sucesión del año para el campeón de América. A fines de marzo, se entregó el Rafa Di Zeo, el jefe de la barra brava. Condenado a 4 años y 3 meses de prisión efectiva por coacción agravada, debió dejar su lugar y los privilegios. Mauro Martín tomó el mando. El nuevo capo también fue condenado por la Justicia con veinte días de arresto y cuatro meses de prohibición para concurrir a los estadios. De todas maneras, la barra estuvo en Japón alentando al equipo durante el Mundial de Clubes. Paró en hoteles lujosos y llevó una bandera gigante, que formó parte del equipaje oficial del club.
La segunda sucesión fue la presidencial. Antes de comenzar su gestión como Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri tuvo su gran fiesta de despedida. Tras meses de rosca política, se acordó que asumiera Pedro Pompilio, su vicepresidente desde 1995. No debió pasar por elecciones. El opositor Roberto Digón no presentó los avales por el 30 % del patrimonio del club que la reforma del estatuto le exige a cualquier candidato. Por esta razón, en Boca no se vota desde 1999. Pompilio habló de una evaluación post Mundial de Clubes. Anunció la llegada de Riquelme y se contactó con Maradona. Le ofreció el cargo de asesor. Diego aceptó y bancó a Russo con un par de presencias en los entrenamientos. Mientras tanto, la dirigencia ya sembraba el terreno para la salida. Sin declaraciones propias, pero mandando mensajes a través del periodismo que, ingenuo o interesado, repetía y amplificaba. Así, enfocaron en el preparador físico Cinquetti y en el ayudante Trobbiani. No hay mejor manera de marcarle la carta a un entrenador que tocarle a un integrante de su cuerpo técnico. No falla. Y Russo se fue.
Para justificar estas versiones, Pompilio habló de un nuevo método de trabajo: incorporar un preparador físico que dependiera del club. ¿Lo habría hecho si el equipo hubiera sido campeón del Mundo en Japón? De ninguna manera. Da la sensación de que algo grave ocurrió entre la CD y Russo. Un episodio desencadenante que puso al DT en la obligación de ganar el Mundial de Clubes para conservar su puesto. La victoria de Milan obligó a buscar un motivo elegante. Y ahí está la creación del PF propio para decorar su salida.
No es la primera vez que el entrenador campeón de América debe alejarse de un club grande. Hace 20 años, y por una cuestión personal jamás difundida, Santilli eyectó al Bambino Veira del banco de River. Probablemente, el verdadero fundamento de la decisión de Pompilio también forme parte del libro de los secretos. ¿Vetó Riquelme a Guillermo? Sí, aunque él lo niegue. Pero su opinión no fue vinculante. Sensatamente, el presidente cree que ningún integrante del ciclo más ganador en la historia del club puede dirigir al equipo mientras haya un "sobreviviente" en el plantel. Esa etapa, tan exitosa como intensa, marcó a fuego a todos los protagonistas. Imaginar a uno de ellos del otro lado significa desconocer cuánto influyen las relaciones humanas en el fútbol profesional. Además, Guillermo aún se siente futbolista y sabe que no era nada fácil ponerse el traje en este contexto. Pompilio quería a Bianchi, vetado por Maradona porque, al igual que Basile, toma café con Coppola. Pero esta vez la opinión del efímero asesor no fue vinculante.
Más allá del insólito motivo del veto, Bianchi ha sido más importante que Diego en la historia de Boca y por eso lo fueron a buscar. Carlitos se corrió porque no quiere dirigir y recomendó a Ischia, también rechazado por el Diez: "No me gusta, para eso hubiéramos seguido con Miguel que tiene mejor currículum " De mediocres campañas en Gimnasia y en Central, los recientes antecedentes de Ischia respaldan sus palabras.
Esta vez, no funcionó la sociedad como en 2005 y Maradona vuelve a su palco. En realidad, renunció antes de asumir. Su asesoramiento no tiene sentido si no consideran sus opiniones. Pero que se cuide Francis Ford: en cualquier momento, Diego manda prohibir la secuela de El Padrino sólo por el apellido de su director. En otro diciembre tormentoso para Boca, Ischia tiene para 2008 la misión de jerarquizarse como entrenador y líder de grupo en un equipo que, aunque parezca muy lejano, este año ganó la Copa Libertadores. Sólo así podrá responder a la bendición de su propio Padrino.
Fuente: Lanacion
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